Dos espíritus, un corazón, cinco géneros. Por Duane Brayboy.

30 julio, 2016 § Deja un comentario

La creencia de los nativos americanos es que algunas personas nacen con los espíritus de los dos géneros y que los expresan así perfectamente. Es como si tuvieran dos espíritus dentro del mismo cuerpo. Traducción del artículo publicado por Duane Brayboy, el 23 de enero de 2016, en el Indian Country Today Media Network: http://indiancountrytodaymedianetwork.com/2016/01/23/two-spirits-one-heart-five-genders

“El Nuevo mundo”. Este término romantizado inspiró a legiones de europeos a correr a los lugares en donde vivimos en búsqueda de libertad frente a regímenes opresivos o de tesoros que pudieran ser reclamados en nombre de alguna nación europea.

Los que llegaron al jardín del Edén nativo americano nunca habían visto una tierra tan incorrupta. Los europeos vieron una nueva geografía, nuevas plantas, nuevos animales, pero lo que generó la más perpleja curiosidad a estas personas fueron los Pueblos Originarios y sus modos de vida. De todos los extraños modos de vida de los indígenas, uno de los primeros que los europeos marcaron para eliminar fue la tradición de los Dos Espíritus en las culturas nativo americanas. En el momento del contacto, todas las sociedades nativo americanas reconocían de tres a cinco roles de género: femenino, masculino, femenino Dos Espíritus, masculino Dos Espíritus y transgénero.

Las personas LGBT nativo americanas, que deseaban ser identificadas dentro de sus tribus y no agrupadas con otras razas, adoptaron oficialmente el término “Dos Espíritus” del lenguaje Ojibwe, en Winnipeg, Manitoba, en 1989. Cada tribu tiene su propio término, pero existía la necesidad de un término universal que la población general pudiera entender. Los Navajo se refieren a los Dos Espíritus como Nádleehí (el que es transformado), entre los Lakota es Winkté (que indica al varón que tiene la compulsión de comportarse como mujer), Niizh Manidoowag (dos espíritus) es Ojibwe, Hemaneh (mitad hombre, mitad mujer) es Cheyenne, por nombrar algunos.

Si bien el propósito de “Dos Espíritus” es ser usado como un término universal en inglés, no siempre es traducible con el mismo significado en los lenguajes indígenas. Por ejemplo, en el lenguaje Iroquois Cherokee, no hay modo de traducir el término, pero los Cherokee sí tienen términos para referirse a “la mujer que siente como hombre” y viceversa.

Viejos prejuicios en el Nuevo Mundo

Los jesuitas y los exploradores franceses contaron historias sobre hombres nativo americanos que se habían “entregado al pecado” y sobre “mujeres cazadoras” con esposas y más tarde, los británicos regresaron a Inglaterra con relatos similares. George Catlin dijo que la tradición de las y los Dos Espíritus entre los nativos americanos “deber ser extinguida antes de que pueda ser más completamente registrada”. En sintonía con los prejuicios europeos contra los indígenas, los monjes católicos españoles destruyeron la mayor parte de los códices aztecas para erradicar las creencias y la historia tradicionales nativas, incluidos aquellos que hablaban de la tradición de las y los Dos Espíritus. En 1530, el explorador español Cabeza de Vaca escribió en su diario que vió indios nativos “suaves” en las tribus de Florida que vestían y trabajaban como mujeres. Tal como en otros aspectos de la relación de los europeos con los indígenas, las variantes de género no eran toleradas. Los europeos y los euroamericanos exigieron a todas las personas que se comportaran de acuerdo a los dos roles de género tradicionales.

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El Piel Roja Jim/ Osh-Tish (Los Encuentra y Los Mata), de la tribu Cuervo. A la izquierda, está el Piel Roja Jim, biológicamente hombre en un atuendo de mujer; su esposa a la derecha. Se les otorgaba un estatus distintivo social y ceremonial en la tribu. El Piel Roja Jim servía como guía en el Fuerte Keogh y ganó reputación de aguerrido luego de salvar la vida de un compañero de tribu en la batalla de Rosebud, el 17 de junio de 1876.

La creencia de los nativos americanos es que algunas personas nacen con los espíritus de los dos géneros y que los expresan así perfectamente. Es como si tuvieran dos espíritus dentro del mismo cuerpo. Algunas tribus Siouan creían que antes que naciera un bebé su alma se presentaba ante el creador, para obtener el arco y la flecha que indicarían el rol de hombre o la cesta que determinaría el rol de mujer. Cuando la niña o el niño alcanzaban la mano del género correspondiente, a veces el creador cambiaba manos y la niña o niño elegía el rol del género opuesto y así quedaba echada su suerte.

Tradicionalmente, los nativos americanos no asignaban un valor moral al amor o a la sexualidad; una persona era juzgada por su contribución a la tribu y por su carácter. También era una costumbre entre los padres no interferir con la naturaleza y, de ese modo, en algunas tribus, las niñas y niños vestían ropas con género neutral hasta que alcanzaban una edad en que decidían por sí mismo que senda caminarían y tenía lugar la ceremonia correspondiente.

Las personas de Dos Espíritus antes del contacto con occidente, era altamente reverenciadas y las familias en que nacían eran consideradas afortunadas. Los indígenas creían que la persona que podía ver el mundo a través de los ojos de ambos géneros tenía un don del creador.

Tradicionalmente, las personas de Dos Espíritus ocupaban una posición de importancia en sus tribus que les significaba gran respeto, como médicos, chamanes, videntes, místicos o hechiceros, guardianes de la tradición oral de la tribu, dadores de nombres de buena suerte para niñas, niños y adultos (se dice que Caballo Loco recibió su nombre de un/a Winkte), enfermeras/os durante las expediciones de guerra, cocineras/os, celestinas/os y consejeras/os matrimoniales, artesanas/os de joyería de pluma, alfareras/os, hilanderas/os, cantantes/artistas, además de adoptar a los huérfanos y atender a los mayores. Las Dos Espíritus eran cazadoras, guerreras, realizaban trabajos de hombres y siempre eran aguerridas. Los nativos americanos tradicionales asociaban a las y los Dos Espíritus con un alto intelecto (posiblemente vinculado a una vida de auto cuestionamiento), con habilidades artísticas y una capacidad excepcional para sentir compasión.

En vez de ser fracasados sociales como en la actual cultura euro americana, se les permitía participar de lleno en las estructuras sociales tribales tradicionales. Las personas de Dos Espíritus, especialmente los de cuerpo masculino (biológicamente hombres, pero de género femenino) podían ir a la guerra y tener acceso a actividades masculinas como los saunas ceremoniales (swet lodge). Sin embargo, también asumían roles femeninos como cocinar, limpiar y otras responsabilidades domésticas. Las personas de Dos Espíritus de cuerpo femenino (biológicamente mujeres, pero de género masculino) usualmente solo tenían relaciones o matrimonios con mujeres y entre los Lakota podían a veces tener relaciones amorosas con mujeres cuyos esposos habían muerto.

Ya que las personas de Dos Espíritus se llamaban entre ellas “hermanas”, se especula que pudo ser visto como incestuoso que Dos Espíritus tuvieran una relación amorosa. Dentro de su cultura, se consideraba altamente ofensivo abordar a un/a Dos Espíritus con el fin que ellas/os cumplieran con el rol tradicional de su género biológico.

Los Encuentra y Los Mata

Osh-Tisch, también conocido como Los Encuentra y Los Mata, fue un Badé (Dos Espíritus) de la tribu Cuervo y fue celebrado dentro de su tribu por su coraje cuando atacó a una banda Lakota y salvó a un compañero de tribu en la Batalla de Rosebud el 17 de junio de 1872. En 1982, ancianos de la tribu Cuervo le contaron al etnohistoriador Walter Williams: “Los Badé eran un grupo respetado socialmente entre los Cuervo. Pasaban el tiempo entre las mujeres o entre ellos mismos, colocando sus tipis (tiendas) en una parte separada de la villa. Se llamaban entre ellos “hermanas” y veían a Osh-Tisch como su líder”. Los ancianos también contaron la historia de los ex agentes de la BIA (Bureau of Indian Affairs, oficina de asuntos indígenas) que trataron repetidamente de forzarlos a usar ropas de hombre, pero los otros indígenas protestaron, diciendo que era en contra de su naturaleza. Joe Médico Cuervo, le contó a Williams: “Un agente, a fines de los 1890… trató de interferir con Osh-Tisch, que era el más respetado Badé. El agente encarceló a los Badé, les cortó el pelo y les hizo vestir ropa de hombres. Los obligó a realizar labores manuales, a plantar esos árboles que ves aquí en los terrenos de la BIA. La gente estaba tan molesta con esto que el jefe Águila Hermosa entró a la agencia de los Cuervo y le dijo al agente que abandonara la reservación. Fue una tragedia, intentar cambiarlos”.

La presión por el cambio también vino de los misioneros cristianos. En 1903, un ministro Baptista llegó a la reservación. De acuerdo a Thomas Cola Amarilla, “condenó nuestras tradiciones, incluyendo a los Badé. Le dijo a su congregación que se apartara de Osh-Tisch y de los otros Badé. Siguió condenando a Osh-Tisch hasta su muerte. Esa puede ser la razón por la que ningún otro tomó el rol de Badé después que Osh-Tisch murió”.

Más cerca de casa

El 11 de febrero de 1712, el coronel Barnwell de Carolina del Sur atacó a los Tuscarora en Narhantes, que era un fuerte Tuscarora en el río Neuse, Carolina del Norte. Las tropas de Barnwell se sorprendieron al descubrir que los más fieros de los guerreros Tuscarora eran mujeres que no se rindieron “hasta que la mayor parte de ellos fueron muertos por la espada”. Era una costumbre Iroquoi poner a las Dos Espíritus al frente de las líneas para amedrentar al enemigo. Una mujer guerrero y un hombre con ropas de mujer asustaban tanto a los euroamericanos como hoy en día.

John Lawson escribió sobre los Tuscarora: “En su migración a los cuarteles de caza de invierno, las mujeres cargaban granos y otras provisiones. Después de la llegada, casi todo el tiempo lo ocupaban en obtener leña, cocinar y fabricar artesanías. Los hombres que eran malos cazadores, posiblemente bardajes (gays pasivos), procuraban cortezas para las cabañas, hacían encargos de regreso al pueblo donde los ancianos se quedaban, hacían cuencos de madera y pipas de greda para tabaco”.

A comienzos del 1900, se aseguró que no existían géneros alternativos entre las Seis Naciones Iroquoi/Haudenosaunee, a pesar de la documentación y de las historias orales. La mayoría, por no decir todas las tribus habían sido influenciadas por los prejuicios europeos.

¿Bardaje, LGBT o Dos Espíritus?

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Quizás una de las más famosas Dos Espíritus del pasado fue We’wha (1849-1896) de la nación Zuni. We’wha era biológicamente un hombre pero su espíritu era de género femenino. Era una persona muy inteligente que llegó a ser la embajadora Zuni en Washington y fue celebrada por la elite de Washington como «La Zuni hombre-mujer». En esta foto se la ve en ropas tradicionales de las mujeres Zuni.

Antes del siglo XX, los antropólogos usaban ampliamente el término “bardaje” como un término genérico para referirse a las personas de Dos Espíritus. Este término difamatorio se basa en el francés “bardache” que implica un prostituto y la palabra se originó del árabe “bardaj” que significa “cautivo” o “esclavo”.Quizás uno de los más famosos Dos Espíritus del pasado fue We’wha (1849-1896) de la nación Zuni. We’wha era un hombre por biología pero su espíritu era de género femenino. Era una persona muy inteligente que llegó a ser el embajador Zuni en Washington y fue celebrado por la elite de Washington como “El Zuni hombre-mujer”. En esta foto se le ve en ropas femeninas tradicionales Zuni.

LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero) es un término cultural inventado por los euroamericanos que típicamente los define a través de su sexualidad. Las personas nativo americanas LGBT buscaban alejarse de una cultura que enfatizaba la sexualidad por sobre la espiritualidad y reconectarse con sus comunidades tribales. La respuesta fue adoptar el término Dos Espíritus. Este término a veces hace referencia más abstracta a los dos espíritus complementarios: “Guerrero y Madre del Clan” o “Águila y Coyote”.

La colonización cobra peaje

A medida que los europeos forzaron su camino a América del Norte, los gobiernos coloniales ansiosamente formaron sus estructuras de poder blanco, les arrebataron las tierras a los indígenas e implementaron las tácticas de conversión genocida que definieron las relaciones entre los nativo americanos y los gobierno euroamericanos.

Cuando Cristobal Colón se encontró con las personas de Dos Género, él y su tripulación los arrojaron en pozos con sus perros de guerra y les arrancaron extremidad por extremidad. El inhumano trato que dieron los cristianos fue solo el comienzo del holocausto indígena.

A medida que los europeos y luego los euroamericanos emigraron desde el este al oeste, esparcieron enfermedades e impusieron la cultura y la religión europea a los indígenas. En el siglo XX, mientras los prejuicios neuróticos, instigados por influencias cristianas, crecían entre los nativo americanos, la aceptación de la diversidad de género y de las personas andróginas rápidamente declinó. La personas de Dos Espíritus fueron forzados por los gobiernos, los dirigentes cristianos y aún por sus comunidades nativas asimiladas a conformarse con los roles de género estandarizados. Aquellos que no podían hacer su transición, lo hacían de manera oculta o se suicidaban. La imposición de las leyes de matrimonio euroamericanas invalidó los matrimonios entre personas del mismo género que fueron alguna vez comunes entre las tribus de américa del norte.

El renacimiento del orgullo cultural de los nativos que comenzó en el 1960 y los movimientos de Poder Rojo trajeron una nueva conciencia sobre la tradición de las personas de Dos Espíritus y desde entonces han inspirado un crecimiento gradual de la aceptación y del respeto por las variantes de género entre las comunidades tribales. Fue gracias a este nuevo auto respeto tribal que tomó fuerza el abandono del término ofensivo “bardaje” que fue asignado por los europeos.

Quiero dejar las últimas palabras al actor Lakota, activista de los derechos indígenas y cofundador del Movimiento Indio Americano, Russell Means: “En mi cultura tenemos personas que se visten mitad hombre y mitad mujer. Winkte, les llamamos en nuestro lenguaje. Si eres un/a Winkte, ese es un término honorable y eres un ser humano especial y en mi nación y entre todas los pueblos de la Planicie, te consideramos un maestro de nuestros hijos y estamos orgullosos de qué y quién eres tú”.

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